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Diagnóstico precoz del cáncer ginecológico

Ven y comprueba que estás sana.

Es fundamental diagnosticar precozmente el cáncer. La falta de síntomas o molestias en los estadios precoces hace que la mayoría de las mujeres no acudan a consulta médica, por eso toda mujer, desde que comienza a tener relaciones sexuales, o a partir de los 25 años, aunque no las tenga, debe realizar un examen ginecológico completo ANUALMENTE.

Actualmente, en España las neoplasias más frecuentes en la mujer son el cáncer de mama, los tumores colorrectales, el cáncer de úteroel de ovario y el de estómago.

Dentro de los tumores ginecológicos (no mamarios), los más frecuentes son, por orden de frecuencia, el cáncer de endometrio (6,7%), el de ovario (4,7%), y el carcinoma de cérvix (4,5%).

La calidad de vida de las mujeres con cáncer ginecológico está estrechamente vinculada con sus posibilidades de quedarse embarazadas después de superar el cáncer, independientemente de su país de origen, si bien el acceso a tratamientos adecuados es diferente en cada país. Esta calidad de vida se ve afectada por la incertidumbre sobre las posibilidades de ser madre, ya que, según un estudio reciente, hasta el 75% de mujeres entre 18 y 45 años con el diagnóstico de cáncer desea tener hijos.

Para los cánceres ginecológicos, los factores de riesgo más importantes son los antecedentes de una lesión premaligna y la historia familiar de cáncer. Para el endometrio, las lesiones premalignas son las hiperplasias, especialmente las atípicas. Para el cuello del útero, la vagina y la vulva son las displasias (CIN-VIN) especialmente las de tipo III, las cuales suelen acompañarse de alteraciones víricas. Para el ovario, en cambio, no se conocen lesiones precursoras. Ante una lesión de este tipo es imprescindible establecer una conducta preventiva.

 

Cérvix uterino:

El cáncer de cérvix representa la 2ª neoplasia ginecológica en la mujer, con una edad media de aparición alrededor de los 45 años. Los métodos de screening actuales permiten la detección precoz en la mayoría de los casos, aunque el 33% de las mujeres no se realizan las pruebas de Papanicolau y VPH. El tipo histológico más frecuente es el Carcinoma epidermoide, que representa 2/3 del cáncer cervical, seguido del Adenocarcinoma (10-25% ). La mayoría de las pacientes no presentan clínica, aunque el síntoma más frecuente es el sangrado postcoital (otros: dispaureunia, metrorragia, secreción vaginal maloliente, leucorrea, dolor pélvico…).

 

Endometrio:

El carcinoma de endometrio es el tumor ginecológico más frecuente en la mujer postmenopáusica. Su buen pronóstico se debe a la detección en estadios precoces de la enfermedad, y se presenta, en el 75-90% de los casos, como un sangrado postmenopáusico. El 90% de las neoplasias de endometrio son adenocarcinomas, entre el 5-10% carcinomas epidermoides, de células claras y papilares, y menos del 5% son sarcomas. Los factores de riesgo más importantes para el cáncer de endometrio son la obesidad, diabetes, hipertensión arterial, nuliparidad, síndrome de ovario poliquístico, tratamiento estrogénico sin asociar progesterona y tratamiento con tamoxifeno.

 

Ovario:

El cáncer de ovario representa 4% de los cánceres de la mujer. A nivel mundial se diagnostican 205.000 casos nuevos al año, más del 50% en países desarrollados. En España la tasa de incidencia se considera alta y se diagnostican 3.300 casos nuevos al año. La edad media al diagnóstico son los 63 años. Lo más destacado en este tipo de cáncer reside en su agresividad, ya que supone la primera causa de muerte por cáncer ginecológico. Los factores de riesgo más importantes son: raza blanca, infertilidad, menarquia precoz, menopausia tardía, tabaquismo e historia familiar. Entre un 11 y un 15% de los cánceres de ovario se asocian a una predisposición genética o hereditaria, por lo que en familias en las que haya una paciente con un carcinoma de ovario seroso de alto grado, más aún si se presenta en una edad más joven, se debería realizar un estudio genético y un seguimiento más estricto. Asimismo, las familias con varios miembros con cáncer de mama deberían seguir un estrecho control ovárico por la relación genética que existe entre ambos tumores.

 

Vagina:

El carcinoma de vagina es una neoplasia rara, constituye sólo el 1-2% de los tumores ginecológicos. El 20% de los tumores vaginales se detectan durante el screening del cáncer de cérvix cuando lo realiza un ginecólogo.

 

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